Construyendo las HUELLAS de año que se va 2013.

LAS HUELLAS DE UNA NAVIDAD DE 2013. 

Huellas de pasión

Como quisiera ver tus ojos reflejados en las aguas de un amanecer

Junto al dulce murmullo de la briza que nace en la paz de una aurora.

+   +  +

Huellas de insertidumbres

Miro el techo de ese cuarto, siento las gomas que atraviesan por mi nariz, y las que tengo en mi boca, que me mantienen sujeto a mi lecho junto a las conexiones de los monitores que controlan los funcionamientos del cuerpo, solo tengo lugar para pensar, en lo que ocurre, en como llegue aquí, de lo que es la realidad, todo lo que escribo aquí, es algo que todos algún día tendremos  que experimentar, dominados por la incertidumbre, el temor a un futuro muy incierto, ¿Qué sí habrá fututo?, ¿cuál es la postura mental sobre esta realidad?

 Tiempo después de mi segunda operación, una amiga me pregunto si ¿sentía miedo de morir? Al pensar en esta pregunta me asombre a mí mismo, pues la respuesta fue simple, no tenía tiempo en aquellos instantes de sentir miedo a la muerte, al igual que al desmayarse o perder el conocimiento que sucedió en algunas oportunidades, uno no se dan cuenta, solo cuando vuelve o recupera la conciencia y ve a su alrededor las enfermeras y médicos en fanáticos movimientos y con tranquilidad uno los mira y se dice porque friegan tanto esta gente, sin darse cuenta que era uno  quien provoco la crisis , ¡así debe ser la muerte, el irse quizás sin darse cuenta!
Lo que existía en esos momentos al estar consiente, mi preocupación fue el de pensar por los que quedan, ¿Cómo mis seres queridos confrontaran mi muerte? ¿Cómo quedaran emocionalmente?
¿Cómo poder darles fortaleza para que no les afecte?
¿Cómo serán los asuntos del dinero?  , Mi seguro de vida, mis fondos de retiro, el Banco, los funerales, ¿Quién tendrá que organizar todo esto?

Mi incertidumbre no era de mi vida, pero del enredo y la consecuencia de lo que dejaba atrás,

Ahora después de nueve meses más tarde, miro hacia atrás y trato de aprender de la experiencia, ahora le doy gracias a Dios, vuelvo a sentirme sano, pero si me despido cada día de este día vivido, de quienes son mis amores, de quienes comparten mi vida, de aquel sol que alumbra fielmente cada mañana, de las noches de se adornan con estrellas, a todos aquellos que atraviesan mis palabras, mis gestos y mi mirada, de todo me despido y le doy gracias, pues me doy cuenta que la vida no la he comprado.
Nada puedo darle a nadie, solo lo que llevo conmigo y esto es tan relativo como mi vida.
Esta es mi experiencia, ¿Cuál es la tuya?
Mis últimas palabras es decir gracias a todas aquellas enfermeras y médicos que lograron preservar mi vida, cuando más los necesitaba.

EN las huellas de una MEMORIA:

 ¿Qué es un saludo? que se puede decir cuando una amiga ya no está junto a nosotros, y toda aquella unión ya no es o será como antes, pues aunque no está, siempre lo estará, parece contradicción pero no lo es, pues nada cambia a pesar de la ausencia; hace poco estuve internado en el hospital con la incertidumbre de lo que sería de mi vida y durante este tiempo pensaba de las cosas que pude, que no pude y que ignore por cualquiera razón que no era la mía.
Si extraño aquellas conversaciones telefónicas que atravesaban las horas, los continentes y hemisferios del mundo, cuando era Viernes allá en Sao Paulo o Nueva York, era Sábado aquí en Sydney, lo que traían esos intercambio de palabras, pensamientos, ideas, esas penas, ansiedades, temores y también esas alegrías que era generalmente eran como las conversaciones terminaban, extraño escuchar, sobre esa eterna lucha por el vivir, por esa empresa que traía más dolores de cabeza que dinero, que después no se encontraba, de ese barrio comercial de Sao paulo y sus consecuentes clientes , además de las operaciones laborales y financieras tan complicadas como un enredo de un plato de tallarines, recuerdo escuchar sus palabras acerca de sus retoños , el observar cómo se encaminaban por la vida hacia adelante y también un poquito para atrás, pero al final supe de su triunfo, de su orgullo por lo que ellos habían logrado de sus vidas. Nunca quejándose de lo que fueron sus anhelos, de sus verdades, de sus decepciones, de sus fructuosos esfuerzos por conseguir el camino de bienestar y muchas veces observaba con ansiedad en sus semejantes; de su soledad, de su tristeza, pero también de lo hermoso que fue el vivir en la isla, en Santos, sobre todo lo que más le dio felicidad después de sus hijos.
Fue muy feliz con sus amigos y amistades que logro amasar en Brasil quizás un poco tarde, Cuando se refería a ellos me hablaba de esperanza, de complementar su vida como nunca antes, de esa unidad que por mucho tiempo intento encontrar, pero también, el dolor que dejar toda esa fraternidad en forma tan brusca y el negado a poder volver a su Sao Paulo, a su Santo, a aquello que al final había encontrado en su corazón nuevamente.
Estas son cosas que siempre han estado dentro de mí, y que son una colección de largas conversaciones que duraron quizás 20 años, siempre quise pensar que fui un apoyo, un oído, que no tenía boca para criticar, y por esto mi oído sufrió de muchas frustraciones que hoy no puedo olvidar.
¿Y porque lo escribo hoy, después de 6 años de su fallecimiento?
Pues quizás mañana no tendré la oportunidad a repetirlo.
Quisiera resumir, diciendo a quienes la conocieron y ya lo saben, fue resignada, amo a sus hijos con todo su corazón, sufrió sin importarle el sacrificio que tuvo que hacer por ver a su familia unida, demostró una alegría y optimismo aun cuando las cosas estaban destrozadas dentro de ella, fue feliz mirando la felicidad de aquellos quienes la rodeaban.
Quisiera saber si lo que ella añoraba en vida se cumpliría, ahora en su ausencia, el anhelo de ver a sus pequeños felices.
Quisiera saber si logro terminar de leer ese libro que comenzó a leer cuando entro al hospital de “Las cinco personas”

Recuerdo muchas cosas que han vencido al tiempo, Recuerdo latentemente las ultimas palabras que escuche en mi oído, que atravesó de una línea telefónica en su esfuerzo, mediante su aparato de traqueotomía, quizás fue este un resumen de nuestra amistad en vida.
Hoy venero su memoria con aquella amiga sincera,
venero a sus retoños, porque fueron su esfuerzo,
 venero su amistad, pues hoy me doy cuenta el valor que su vida tuvo en la mía,
 y ahora que me doy cuenta que el termino no existe, que solo es un viaje que todos haremos, que algunos se fueron primeros y los otros los seguiremos, Gloria QEPD.
¿Qué recuerdos tienes tú?

+  +  +

Siguiendo las huellas del retorno. Junio 2013.

las Huellas de un año viejo que se va y uno nuevo que nace.